Cuando es un desconocido, es posible que te sea algo fácil pero, ¿qué ocurre cuando esas personas son de tu entorno, de tu familia?
¿Por qué lo hacemos?
Cuando permitimos que los demás «traspasen» esa línea donde separa el respeto de la falta de respeto, lo hacemos porque queremos complacer a los demás. Fíjate: no son ellos los culpables, somos nosotras las responsables de no poner en esa línea una pared.
Dejamos que crucen esa barrera porque no somos capaces de construir esa pared. Busca en tu interior por qué no la pones, verás que hay una falta clara de merecimiento.
«Ellos valen más que yo», «yo no valgo tanto como ellos», estas son creencias limitantes que a menudo me decís. Otras frases son «si pongo límites, los pierdo», «si pongo límites me quedaría sola, prefiero ceder un poco».
Quiero decirte que eso no es verdad, eso es lo que tu ego te hace creer. Así que puedes cambiar esa creencia cuando quieras.
Los límites
Son aquella línea imaginaria donde, detrás de ella, está nuestro bienestar emocional y nuestra autoestima y nuestro valor.
Esta línea no debería ser cruzada por nadie, ni tampoco por nosotras.
A veces, no sabemos expresar incomodidad frente a alguien/algo, así que lo «dejamos pasar». Y cada vez nuestro bienestar se ve alterado debido a esta intromisión.
Ten algo claro: los límites los pones tú, no puede venir nadie de fuera para ponértelos.
Nuestro amor propio es el reflejo de todo lo que aceptamos y todo lo que rechazamos. Tú eres la persona (o deberías ser) más importante en tu vida, así que no deberías permitir que nadie te trate como esa persona quiere, sino como tú mereces.
Características de una persona que no sabe poner límites
- Dices que sí siempre, aunque no quieras o no te apetezca
- No decimos nada cuando alguien no respeta nuestro espacio
- Pese a que las personas de nuestro alrededor no nos valoran, seguimos con ellas
- Dejas que otros tomen decisiones por ti
- Te dejas manipular
- Controlan tu vida (tiempo, dinero, amistades…)
- Haces lo que te dicen
Y ¿cómo podemos poner límites?
Empezar a tomar decisiones
Si no quieres hacer algo, no lo hagas
Si algo te molesta, dile
Aléjate de personas que no te aportan y te restan
Tu intimidad es tuya, no dejes que nadie la pisotee
Saber qué quiero y qué no quiero
Busca acompañamiento externo para aprender a poner límites, nadie nace sabiendo
En el próximo artículo te hablaré de cómo decir no, dándote frases útiles para usar si aún no sabes hacerlo y sobre qué beneficios tiene para ti poner límites.
Un comentario en “¿Te cuesta poner límites en tu vida?”